Las frutas y verduras son alimentos muy susceptibles a contaminarse con sustancias o agentes patógenos, ya que provienen de la tierra y en la cosecha se suelen utilizar pesticidas para tratar plagas en los cultivos, o agua para riego que puede contaminar con sustancias químicas. Tanto las frutas como las verduras mayormente se consumen crudas, por lo que es fundamental lavarlas con agua purificada antes de su ingesta. Cualquier patógeno que no se elimine durante el proceso de lavado o pelado permanecerá en el alimento hasta que se ingiera y esto puede desencadenar graves problemas de salud.
En el ámbito doméstico, la seguridad en la preparación de los alimentos crudos gira en torno a dos ejes fundamentales: lavar la verdura y pelar la fruta (aunque también admite sólo el lavado). El objetivo es eliminar posibles restos de tierra, fitosanitarios, abonos, bacterias o virus e, incluso, insectos. En los casos de cáscaras duras y rugosas, es aconsejable utilizar un cepillo o esponja suave para raspar las frutas y verduras y eliminar cualquier vestigio de estos componentes negativos.
Es importante lavar las frutas y verduras con abundante agua purificada, pero no excederse en el remojo por más de diez minutos, ya que una vez transcurrido dicho período de tiempo se pierden los nutrientes, en especial las vitaminas solubles en agua. Otro elemento que puede agregarse en el lavado es el vinagre, se puede combinar una pequeña cantidad junto con el agua para un mejor resultado.
Por otro lado, un factor fundamental a tener en cuenta es el momento del lavado, no se lavarán en el momento previo a la conservación, sino antes de que se vayan a consumir. Si el producto está muy sucio, se puede lavar y secar bien antes de refrigerar, ya que la humedad es un medio muy propicio para la formación de patógenos. Y en el caso de guardar las frutas y verduras, se recomienda consumirlas dentro de los cuatro días en que fueron comprados, ya que se trata de alimentos perecederos.
Te dejamos una guía rápida de cómo lavar tus frutas y verduras:
- Lavate las manos antes de manipularlas, ya que de esta manera evitas que la comida se contamine con los gérmenes que puedes haber en ellas.
- Desinfectá la pieza entera. No esperes a partir o pelar la fruta o la verdura para lavarla, hazlo con la pieza entera para evitar que los patógenos que se encuentren en la superficie lleguen hasta el interior del alimento.
- Sumergí las frutas y verduras en agua purificada. Un lavado rápido y superficial no es suficiente para desinfectar adecuadamente las frutas y verduras. Dependiendo del tipo de alimento utilizá un cepillo, esponja o solamente tus manos.
- Opcional: Como mencionamos previamente, uno de los productos que se puede utilizar para la desinfectar es el vinagre, puesto que su acidez ayuda a eliminar las bacterias y los restos de pesticidas. Para ello, diluye un vaso de vinagre en un litro de agua y deja las frutas y verduras en remojo por unos minutos.
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