Los lagos mas asombrosos del mundo

Artificiales, llenos de medusas, termales, glaciares… los lagos son masas de agua, generalmente dulce, que han quedado separados del mar como consecuencia de movimientos tectónicos, o que se han formado por la filtración y acumulación del agua. Estas características tan sencillas a priori pueden convertir estas extensiones de agua en algunos de los rincones más bellos y curiosos que nos ofrece la naturaleza.

Se calcula que existen más de 100 millones de lagos en el planeta, de los cuales la gran mayoría (tres de cada cuatro) no superan los 10.000 km2. Los lagos se forman en depresiones creadas por una gran variedad de procesos geológicos: movimientos tectónicos, la acción de los glaciares, mares desecados o cráteres de volcanes, por ejemplo.

Dentro de esta enorme diversidad, hay algunos que destacan del resto por tener características que los hacen sorprendentes, como, por ejemplo…

1- El Crater Lake

El Crater Lake es un lago de aguas azules y critalinas, situadoen la profunda caldera que hace unos 7.500 años originó el colapso del monte Mazama, en el noroeste de Estados Unidos. Dado que el lago se nutre solo del agua de la lluvia –no hay ríos o corrientes que fluyan hacia él–, se considera como uno de los más puros y menos contaminados del planeta. Sus aguas son tan limpias que puede verse perfectamente lo que sucede bajo las mismas a varias decenas de metros de profundidad.

 

2- Isla indonesia de Flores

En la isla indonesia de Flores, dentro del cráter del volcán Kelimutu, hay tres lagos, cada uno de un color distinto, que tienen la singularidad de haber ido cambiando de tonalidad con el paso del tiempo. El mayor, llamado «de los hombres», es azul turquesa; el mediano, «de los ancianos», transita de azul oscuro a negro; y el pequeño, el «encantado», es de color marrón. Los estudios científicos apuntan a que todas estas variaciones cromáticas se deben a las reacciones químicas que se producen en el interior del volcán y que afectan a la oxidación de los elementos externos.

3- El lago Boiling

El lago Boiling [en inglés ‘hirviente’] es un pequeño cuerpo de aguas termales –mide unos 60 m de largo por 70 m de ancho– situado en la isla caribeña de Dominica. El secreto de la nube de vapor que suele cubrirlo y de sus aguas sombrías y burbujeantes, que llegan a los 85 grados solo en la orilla, es la fumarola que se encuentra bajo su lecho. A través de ella salen gases a altas temperaturas de un volcán vecino. La cuenca se alimenta del agua de la lluvia y de dos pequeños arroyos. Fue descubierta y estudiada por científicos británicos a finales del siglo XIX.

 

4- El lago Taal

El lago Taal, en la filipina isla de Luzón, está situado dentro de la enorme caldera volcánica que le da nombre. En el centro de su superficie, de unos 235 km2, se alza un volcán activo, en cuyo cráter se acumula el agua de lluvia formando una laguna interna. Hace más de un siglo existieron dentro del volcán tres lagos –uno verde, uno rojo y otro amarillo– aunque desaparecieron con la gran erupción que tuvo lugar en 1911. Como si se tratara de un juego de muñecas rusas, en el centro de las sulfurosas aguas del cráter también existe una pequeña isla

 

5- El mar muerto

El Mar Muerto no es en realidad un mar sino un lago gigantesco que, debido a su alta salinidad –la concentración de sal es casi diez veces mayor que en el océano– solo admite algunas bacterias y hongos como formas de vida. Situado en la inestable frontera entre Israel, Jordania y Palestina, el Mar Muerto descansa en una profunda depresión a 415 m bajo el nivel del mar. El caudal del lago ha menguado en las últimas décadas debido a un aumento del aprovechamiento de las aguas del río Jordán, el principal tributario que tiene la cuenca.

 

6- El lago Hiller

Si las aguas de la Laguna Colorada son rojas, las del australiano Lago Hillier son rosas, aunque en este caso el fenómeno encierra un mayor misterio, pues a simple vista no hay algas que produzcan ese efecto. En realidad, el color rosado de las aguas del Hiller es permanente –si se toma líquido con un vaso, éste mantiene su tono–, lo que sigue siendo estudiado por los científicos. Las teorías más plausibles apuntan a una microalga o a una bacteria que produciría los pigmentos que tiñen el agua con ese color tan llamativo.

 

7- Laguna Colorada

Laguna Colorada, con sus aguas rojas y sus enigmáticos islotes blancos, podría recordar el paisaje de una película de ciencia-ficción, aunque en realidad es un lago salado situado en el altiplano boliviano. Pese a su aspecto hostil, se trata de un lugar lleno de vida, donde conviven diferentes especies de peces, anfibios y aves autóctonos. Cada año, además, es usado como zona de cría por miles de flamencos durante su migración. El color del lago, que en ningún punto supera el medio metro de profundidad, se debe a las algas que crecen en su lecho y los islotes están formados por bórax, un material empleado para la producción de detergentes

 

8-  El lago de las medusas

El Lago de las Medusas, en las islas Palaos, recibe este nombre por ser el hogar de millones de estos animales, que viven y se reproducen en sus aguas desde hace 12.000 años. Esta laguna marina, pese a estar conectada con el océano por pequeñas fisuras y túneles, ha desarrollado un ecosistema propio, donde las medusas, que se alimentan de algas, han evolucionado de forma particular respecto de zonas vecinas. La cuenca mide 460 m de largo por 160 m de ancho y tiene una profundidad de 30 m.

¡¿En que lago te gustaría estar ahora?!