Todas y cada una de las funciones que realizamos necesitan del flujo de agua para regularse. Es la manera en el que el cuerpo toma y recupera acción día tras día. Por eso, no podemos permitirnos su falta. El organismo precisa como mínimo una cantidad de 2 litros de agua pura al día, que no puede reemplazarse por el consumo de jugos, gaseosas o alcohol, y que, además, debe provenir de líquido seguro.
Es tal su importancia, que ingerir habitualmente agua sin purificar da lugar a molestias y anomalías crónicas, porque, aunque se pretenda potabilidad no siempre llega en las mejores condiciones a la red luego de ser tratada en la planta o el tanque particular, la mayoría de las veces, con exceso de cloro usado para matar microrganismos y gérmenes en toda la cadena de distribución, incluidos los que se pueden sumar en las cañerías, y también con cloramina, mezcla de amoníaco y cloro libre, que a diferencia del primero, no remite tanto olor ni sabor al uso, y que por eso se utiliza en grandes cantidades para destruir sustancias. Algo también muy presente en las piletas deportivas.
Si bien por una parte realizan una limpieza del agua que llega a la canilla en la proporción aconsejada y la vuelven segura, por otro lado, hay muchos estudios al respecto que demuestran que cloro y cloramina más allá de que no representan riesgos directos para la salud humana, si lo hacen fuertemente de modo colateral. Por ese motivo, es una buena alternativa minimizar o eliminar cloro y cloramina del agua potable para prevenir riesgos, una vez que arriba al grifo de casa.
Esto es, el elemento químico unido con materiales orgánicos produce derivados como trihalometanos y compuestos evaporables que pueden resultar según preliminares, cancerosos. Y que son advertidos en el cambio poco placentero del sabor u olor al ingerir agua en infusiones frías o calientes. También, puede ser perjudicial para los animales, dado que el cloro además elimina las bacterias buenas.
Puntualmente, la cloramina no se disipa del líquido como sí lo hace el cloro, y esto la hace todavía más peligrosa para los seres humanos.
Molestias abdominales, cefaleas y diarreas, son parte del problema habitual del que muchas veces no se toma real dimensión hasta que es notorio y muy contraproducente y se evidencia en estudios médicos. Incluso otros inconvenientes menos perjudiciales como deshidratación de la piel o cambios en la textura y color del cabello y las uñas se producen por falta de pureza o abuso de sustancias en el agua de uso cotidiano para limpieza y ducha. Un hecho que se evita con excelentes medidas de higiene de refuerzo que mejoren sensiblemente la calidad del líquido que se utiliza.
Si bien el agua potable ya ha sido tratada para volverla consumible, y ha sido sometida a método químico recomendado que le quita patógenos y virus, le siguen quedando restos evidentes de sustancias como las que advertimos más arriba: metales, cloro, cloraminas, nitratos y más, que perjudican su sabor e imagen, de ahí que rápidamente notemos la diferencia entre una filtrada o mineralizada y una de red. Por eso, no es extraño escuchar decir que a alguien le hizo mal el agua de grifo, al contrario, es lamentablemente un hecho cada vez más común, que se vuelve repetido.
Por estas razones, es preciso limpiar y desinfectar el líquido que se usa en casa, oficinas, instituciones y empresas para acabar con cualquier riesgo imperante de contagio e infección directa o indirecta por consumo.
Aunque sea difícil de considerar, decenas de virus y bacterias resisten la fase de potabilización general y se inmiscuyen por el grifo y las cañerías, mientras otras utilizadas para quitarlas perjudican su sabor, olor y lo que es peor, se vuelven nocivas en la ingesta habitual.
Cuando el agua escasea o simplemente se precisa purificar la que llega a la tubería de casa para tomarla con tranquilidad y máxima calidad, esterilizarla parece la opción más viable que aventaja considerablemente el gasto de la compra de agua en botella, porque no solo asegura la eliminación de microbios y trazas, también de todo químico que siga estando luego de ser dada como potable al domicilio.
En el post de hoy hablamos de cómo desinfectar el agua parabeber a diario, de forma más saludable, mediante opciones bien claras: las caseras y el filtro que se consigue en el mercado y que facilita el consumo y lavado, sumando confort, ecología y estilo a la cocina de casa. El método usado para purificar dependerá de cada persona, de sus necesidades y de sus recursos, pero, más allá de eso, la utilización de un sistema profesional de tratamiento del agua en la canilla de casa sea de cerámica, membrana o arena, asegura eliminación de sedimentos, cloro, cloraminas, metales, pesticidas y decenas de sustancias nocivas para el cuerpo humano, a la vez que eleva el PH del agua y le mejora sabor y aroma.
Estas son algunas de las posibilidades prácticas y más eficaces de desinfección de agua:
– Hervida. Una técnica ancestral que lleva a hervir el agua de red por al menos media hora antes de consumirla, para quitarle todo tipo de virus, bacterias y restos tóxicos que pudiera contener. Mientras aliviana su sabor. Resulta cierto, porque exponerla a temperaturas muy elevadas por un periodo estimado los mata.
– Cloro. Una solución mínima sin olor, no más de una medida muy pequeña de este desinfectante en un litro de agua asegura pureza. Destruye sobre todo bacterias y hongos que transmiten enfermedades, oxidándolos.
– Yodo. Es parte de la formulación de variados químicos de limpieza que se usan para limpiar frutas y verduras. Un uno por ciento de este elemento en un proporcional de líquido, o una tableta, ayuda a desinfectar.
Lo cierto es que si bien estas formulaciones caseras reducen drásticamente las posibilidades de padecer alergias y molestias gastrointestinales serias por consumo de agua contaminada y de esta forma aprendimos cómo desinfectar el agua para consumo humano, cuando se cuenta con pocos recursos a mano, algunas veces no llegan a eliminar por completo organismos resistentes como algunos tipos de parásitos del agua, el caso del Cryptosporidium u otros más perjudiciales derivados del exceso de cloro.
Para asegurarse una sanidad al cien por cien, la opción del filtro sustentable es la recomendación más acertada, como el de la tecnología CLORINE OFF Hidrolit, una de las soluciones definitivas para eliminar todo exceso de turbiedad, impurezas, cloro, cloraminas y más de 100 sustancias nocivas del agua en domicilio. Vanguardia absoluta al servicio de la desinfección que no deja ninguna huella de residuos, ni siquiera del tipo más difícil de quitar, mientras armoniza su sabor y aroma. Una tecnología que también preserva los elementos buenos presentes en el líquido, como el calcio y el magnesio.
Mientras que otra opción muy efectiva es la de utilizar nuestro filtro de agua por ósmosis inversa Hidrolit Luxy, altamente eficiente en la eliminación de estas sustancias. Un modelo que revoluciona el mercado de filtración, cada vez se demanda más porque es ideal para purificar grandes volúmenes de agua y es muy práctico, compacto y beneficioso, quitando el 100% de contaminantes a través de la técnica de purificación basada en el contrapeso que hace el líquido con distinta densidad al dividirse mediante membrana a presión osmótica.
En resumen, de una manera u otra, la desinfección del líquido más vital y de consumo diario para hidratación y lavado personal y de alimentos en todas partes, se traduce en desactivar y quitar sustancias nocivas existentes en él, y con esto, estimar que no se sigan reproduciendo.
Si no son separados, literalmente el agua no es potable y por eso, es suspicaz de provocar decenas de enfermedades en la piel y los órganos. En este sentido, el cloro y la cloramina aun cuando se dispensen al agua de la canilla para volverla segura, pueden tener igualmente un impacto nada positivo en la salud, por eso, como reserva es aconsejable quitar estas sustancias alteradoras por medio de filtros de agua certificados.
Saber detalladamente como se puede desinfectar el agua en forma simple y segura, de manera automática, saca de apuros, vuelve un hábito esta toma de conciencia, previene enfermedades y lleva a conocer de primera fuente que la inactivación y eliminación de contaminantes es el paso clave para llegar a purificarla y asegurar que sea saludable para consumo.
Es vital, porque como vimos más arriba, no alcanza con que sea potable, ciertas bacterias y componentes poco recomendados continúan estando incluso después de aprobada para consumo humano, por lo tanto, su llegada es deficiente y precisa de una segunda acción de seguridad en domicilio.
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