«El destino de la humanidad depende de la diversidad biológica, de la riqueza y variedad de los seres vivos del planeta. Es esencial para el desarrollo sostenible y para el bienestar de los humanos, y clave para reducir la pobreza”
.¿QUÉ ES LA BIODIVERSIDAD?
.La diversidad biológica, o biodiversidad, es el término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que conforma. La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la influencia del ser humano. Esta diversidad forma la red vital de la cual somos parte integrante y de la cual tanto dependemos..
Con frecuencia, se entiende por diversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes. Hasta la fecha, se han identificado unos 1,75 millones de especies, en su mayor parte criaturas pequeñas, como los insectos. Los científicos reconocen que en realidad hay cerca de 13 millones de especies, si bien las estimaciones varían entre 3 y 100 millones.
La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado. Los cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales, determinan la singularidad de cada individuo y de cada especie.
La ONU dedica la jornada de este año al desarrollo sostenible. ¿Sabías que, según la ONU, más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y de los litorales para subsistir y otros 1.600 millones dependen de los bosques? Conservar todas las especies de la Tierra ya no tiene solo un componente altruista, sino que es vital para garantizar nuestra supervivencia. ¿Y cuál es una de las principales amenazas humanas para la biodiversidad terrestre? El cambio climático.
«La protección y restauración de los ecosistemas y el acceso a los servicios ecosistémicos son necesarios para erradicar el hambre y la pobreza extrema». — António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
Tal y como reconoce el último informe del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), el cambio climático podría tener un impacto negativo e irreversible si no se modifica la acción del hombre. El futuro de la diversidad biológica está muy amenazado por el cambio climático, pero todavía podemos hacer algo.
Contamos con muchas especies que ya han sufrido sus consecuencias de manera irreversible o están a punto de hacerlo:
– La población de osos polares de Canadá ha disminuido un 22% en los últimos treinta años como consecuencia del cambio climático. El derretimiento de los polos provoca una disminución de alimentos para cazar y unas distancias a veces inasumibles para cruzar a nado. Su malnutrición y la de sus crías impide que puedan pasar el invierno con garantías de supervivencia.
– Hasta 74 especies de ranas de los bosques de niebla han desaparecido ya a causa de la sequedad del ambiente por el calentamiento global. Estos anfibios necesitan unas condiciones de humedad específicas para incubar sus huevos y estas condiciones se están dejando de dar en muchos ecosistemas.
– La población de pingüinos Adelia en la Antártida disminuyó en los últimos veinte años de 320 parejas a 54 parejas. ¿La razón? El aumento de 5,5 0C en la zona durante el último medio siglo ha provocado la migración masiva del kril, un tipo de crustáceo que supone su principal fuente de alimento, hacia aguas más frías y a las que estos pingüinos tienen un acceso muy limitado.
El IPCC asegura que el 50% de todas las especies estudiadas se han visto afectadas de manera negativa durante los últimos años por el cambio climático.
AYUDEMOS
La protección de la diversidad biológica es un tema de nuestro interés. Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los productos de la naturaleza sirven de base a industrias tan diversas como la agricultura, la cosmética, la farmaceútica, la industria de pulpa y papel, la horticultura, la construcción y el tratamiento de desechos. La pérdida de esta diversidad biológica amenaza nuestros suministros alimentarios, nuestras posibilidades de recreación y turismo y nuestras fuentes de madera, medicamentos y energía. También interfiere con las funciones ecológicas esenciales.